21 jun 2010

Visita de Mons. Dominique Mamberti a Cuba: Nada relevante.

Pedimos que la Unión Europea y la opinión pública no se deje confundir por la visita de Mons. Dominique Mamberti a la Habana, ni con el coqueteo de la iglesia local.

Cuba Democracia ¡Ya! se plantea en los próximos días una ronda de visitas por las diversas sedes diplomáticas de los 27 que conforman la Unión Europea en Madrid para alertar e informar que la visita de Mons. Dominique Mamberti a la Habana no tiene nada sustancioso ni relevante, en favor de los derechos humanos en Cuba. Él mismo declinó asomarse a la dolorosa realidad nacional, aludiendo el pretexto de que solo cumplía con una agenda diseñada por la Iglesia local.

                                                        Caricatura de Alfredo Pong.

Pedimos a la opinión publica y a los 27, que no pierdan de vista las declaraciones subliminales (advertencia) del vocero de la dictadura cubana en rueda de prensa junto a Mons. Mamberti: "Apreciamos el papel constructivo de la Iglesia (...) y vemos todas las condiciones para que, en plena observancia de la Constitución cubana y de nuestras leyes que aseguran plena libertad religiosa y el papel de la Iglesia Católica en Cuba, continúen estos fructíferos intercambios", afirmó el ministro Bruno Rodríguez.

En esta ocasión el régimen utiliza una institución de carácter intencional para asegurar su impacto y continuar ganando tiempo, una institución que se le ha mostrado dócil. Una institución que estaría dispuesta a hacer cualquier cosa, como deshacerse de algunos de sus laicos mas valiosos, como Oswaldo Payá o Dagoberto Valdés, por tal de que la dictadura le de un permiso de construcción de un templo, le deje entrar a la isla unos cuantos misioneros o le conceda un permiso de salida a algunos de sus sacerdotes.

La iglesia cubana históricamente ha cambiado mucho por casi nada, casi siempre a priorizado su propia subsistencia a cualquier otra cuestión, es una iglesia que tiene en su haber muy poco de martirio.

Si la visita del canciller del Vaticano da como fruto la liberación o traslado de algunos de los presos políticos más enfermos, todos vimos como salió Ariel Sigler Amaya de la cárcel, inocentes que nunca debieron ser privados de su libertad, estaríamos agradecidos, pero no sería suficiente.

Somos respetuosos y nos parece bien que la Iglesia católica cubana luche por mejorar sus instalaciones y otros privilegios frente a una sociedad que sucumbe en silencio, pero le pedimos que no sea un obstáculo en la transición a la democracia y la libertad, que no confunda a la opinión pública dando por válidas migajas de propaganda frente a la sangría que sufre la nación cubana.

1 comentario:

  1. Magnífico análisis. Muy acertados y centrados. Me identifico mucho con ustedes.

    ResponderEliminar