25 nov 2010

Carta abierta al Señor Cardenal Arzobispo de La Habana, Monseñor Jaime Ortega Alamino.

Estamos intentado, por todos los medios posibles, entregar esta carta en mano. Ni en el arzobispado de Madrid, ni en la Conferencia Episcopal tienen información sobre la visita del Sr. Arzobispo de la Habana a Madrid. En cualquier caso la carta ha sido enviada por correo electrónico al Arzobispado de La Habana, y si finalmente no logramos entregarla personalmente la enviaremos también por correo ordinario certificado.




CARTA ABIERTA AL SR. CARDENAL ARZOBISPO DE LA HABANA MONSEÑOR JAIME ORTEGA ALAMINO.





Madrid, 25 de noviembre de 2010.


A: Emmo. Sr. Cardenal Jaime Ortega Alamino.
Arzobispo de La Habana.
Eminentísimo Señor Cardenal:

Quienes le escribimos, somos un grupo de activistas cubanos miembros de la plataforma Cuba Democracia ¡Ya! que trabaja en España a favor de la libertad y los derechos humanos en Cuba.

Con motivo de su visita a este país en que sufrimos el exilio, deseamos hacerle saber nuestras opiniones y preocupaciones sobre los últimos acontecimientos en el acontecer político de nuestra patria, en los que usted ha sido actor principal y sobre la posición de la iglesia cubana que, según nuestro parecer, pudiera ser llevada por falsos atajos alejándose de una práctica de la fe que solo se cristaliza en el martirio y la cruz.


Eminentísimo Cardenal, permítanos, con el debido respeto, recordarle que como pastor se debe a su pueblo, debe optar por los más pobres y debe ejercer la profesión de profeta, o sea anunciar el Evangelio y denunciar los males sociales que afectan a su pueblo. Sus gestos y palabras, que tienen gran repercusión, deben dirigirse en ese sentido. Le exhortamos a que no se deje engañar por la dictadura castrista, la Iglesia cubana correría un gran peligro, basta mirar las consecuencias que ha tenido para la Iglesia española haberse acercado tanto al Franquismo; no se preste a sus juegos políticos; si tiene la intención de ser mediador en un posible proceso de diálogo para mejorar la vida de los cubanos, reconozca abiertamente a la oposición dentro y fuera de Cuba como interlocutores válidos en ese proceso, exija a su vez al gobierno cubano que haga lo mismo, y aproveche la oportunidad de su visita para pedir al gobierno español y a la comunidad internacional que actúen como observadores y garantes. Un diálogo entre todas las partes, encaminado al restablecimiento de la democracia y el estado de derechos es la única forma pacífica de resolver la situación cubana; no se resuelve con excarcelaciones y destierros que solo dan tiempo y respiro a la decadente dictadura.

Ilustrísimo padre, los demócratas cubanos y sobre todo los católicos, echamos de menos en la jerarquía de nuestra iglesia actitudes como las de algunos sacerdotes que muestran cercanía con los problemas reales del pueblo y denuncian con valentía los desmanes del gobierno cubano. Son varios esos ejemplos pero basten dos: las cartas a Raúl y Fidel Castro del padre Conrado y las recientes declaraciones del padre Rodríguez en el Santuario de El Cobre.

Eminentísimo Cardenal, esperamos que sepa comprender y tener en cuenta nuestras inquietudes, expresadas en esta carta desde el respeto que merece. En ese sentido oramos para que Dios le ilumine y el Espíritu Santo le asista para que desde su posición y posibilidades pueda usted tomar las decisiones correctas que necesita nuestro pueblo.
Atentamente.

PLATAFORMA INTERNACIONAL CUBA DEMOCRACIA ¡YA!

Ilustrísimo padre, primero que todo agradecemos la gestión humanitaria de la Iglesia cubana. Agradecemos su gestión personal en las recientes excarcelaciones y reconocemos que nos es cosa de estos días que la Iglesia cubana interceda por los presos. Nos consta el trabajo de la pastoral penitenciaria en todas las diócesis cubanas por dar asistencia religiosa y material a los reclusos. Asistencia que cumple con la exhortación de S. S. Benedicto XVI de “llevar un signo visible del amor de Dios hacia las personas necesitadas, enfermos y encarcelados”. Por eso nos extraña y lamentamos su decisión, que hemos conocido por los medios de comunicación, de no reunirse en esta visita a Madrid con los presos políticos recién excarcelados.

2 comentarios:

  1. Carlos Quintana Landa.25 de noviembre de 2010, 4:29

    Cada vez se declara mejor,de que parte está.Mas claro que el agua.

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  2. José Luis Fajardo Trabanco25 de noviembre de 2010, 10:31

    Estoy de acuerdo en el espíritu y en la letra de esta carta que refleja amor por la Iglesia y una sensación de "estupor" ante los acontecimientos. Los católicos cubanos debemos estar muy unidos y no permitir que situaciones como éstas nos dividan o nos coman la moral. Recordemos a Mons. Boza Masvidal, Mons. Pérez Serantes y tantos otros valientes que hoy están en la Casa del Padre.

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